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lunes, 4 de abril de 2011

21K del Maratón de Santiago (O como se te echa a perder una carrera en la víspera)

Luego del desastroso final del año pasado donde llegué cojeando a la meta en el Santiago 21K, el principal objetivo para el primer trimestre de 2011 era poder culminar una media maratón en buena lid para luego buscar mejorar las marcas.

Así las cosas, la marca obtenida de 1:59:26 luce perfecta de acuerdo a esta idea inicial.

Sin embargo, los tres meses de planificación y entrenamiento daban para más. Llegué a incrementar mi kilometraje semanal a 50 kilómetros y pude hacer mis entrenamientos de tempo hasta 30 minutos a 5:00 Min/Km.

Hacia el final de la preparación las corridas largas de entre 15 y 26 kilómetros haciendo los últimos 5 km a paso de tempo me provocaron establecer una expectativa más alta. Como parte de la preparación y la estrategia, dichos entrenamientos los realicé sobre el trazado de la prueba)

Mi estrategia se basaba en iniciar los dos primeros Kilómetros en 6:00 min/km, luego establecer un paso suave hasta el 8K para luego aumentar poco a poco hasta el paso de tempo. Así, y según lo mostrado en los entrenamientos, a partir del kilometro 16, donde se empieza a bajar hasta la meta, podía tomar un paso agresivo y terminar con fortaleza.

En fin en lo que parecía la carrera mejor producida para mí hasta el momento se vino abajo el día anterior....

No puedo saber con certeza que fue lo que me hizo daño... Algo de lo que comí el día anterior me cayó mal. La madrugada anterior estuve más tiempo en el baño que en la cama. Sin exagerar fui al encuentro con el trono unas 5 veces....

Cólicos, mareo e irritación fueron mis compañeros en una mañana cercana a los 10°C.

Lastimosamente las temperaturas iban a subir mucho más.

Salí correctamente abrigado y me fui caminando a la zona de partida a unos 25 minutos desde mi casa.

Al llegar se respira un ambiente increíble. Primera vez que voy a participar en una prueba que incluye la mítica distancia de Filípides y los atletas que van a participar en ellas calientan a unos ritmos vertiginosos. Dejé mis cosas en la guardarropía, última ida al baño y a calentar.

Ya encajonado escucho el siguiente diálogo:

Competidor1: Buenos Días señor, cuál es su tiempo a buscar

Competidor2: Buenos días, bajar de tres horas

Competidor1 sorprendido: EN LOS 21K???......

Tras escuchar esto, pienso que quizá este encajonado muy atrás, pero en fin.

El presidente Piñera y la primera Dama dan la largada.

Jamás había corrido entre tanta gente. La gente se atropella, se monta en las calzadas y se mete en calles que no corresponden. Yo por mi parte salgo muy concentrado.

En las primeras de cambio todo bien pero alrededor del km 8 se me acabo la gasolina. Los músculos, incluso los antebrazos y cuello se me empezaron a entumecer. Aún así crucé el control de 10K con un promisorio 54:30.

A partir de allí empezaba una cuesta suave pero sostenida de 6 kilómetros, esta fue la parte más difícil donde me di cuenta que mi cuerpo no me iba a responder. Así que me tomé las cosas muy deportivamente, me quité el reloj y lo guardé en el cinturón para quitarme la presión y restablecer el objetivo: Terminar dignamente...

En este trayecto ya veía mucha gente caminando. Tuve que ser muy fuerte para no integrarme a ellos. Al fin y al cabo lo importante es seguir, no detenerse. Busco de nuevo la concentración y sigo mi vía.

Así pasaron los minutos y kilometro eternos, solo animados por los aplausos de la gente. Mi esposa estaba ubicada en el trayecto con un cartel de apoyo pero desafortunadamente con la cantidad de gente no pudimos vernos. No obstante, cada cartel en el camino, cada palabra de aliento de un familiar o esposa ajena los tomé para mí, como si mi Jessica me acompañaba en toda la ruta.

Como dato curioso, cuando peor me sentía, un señor con la bandera de Chile a manera de capa me rebasa y al ver la bandera de Venezuela que yo llevaba en espalda y pecho me grita "!!Vamos Colombia!!""...

Las palabras no pueden describir cuanto odié a este personaje, sin embargo redirigí mi rabia y las potenciales energías negativas hacia el sistema educativo chileno quien tiene la mayor cuota de responsabilidad.

Un agradecimiento a los vecinos de la calle Doctor Roberto del Río por apoyar desde la calzada y por abrir sus mangueras de riego para refrescar el ambiente.

Al pasar por el K18 tuve un segundo aire. Ver el cerro San Cristóbal y ya sentirme en la Alameda era bastante aliciente y traté de aumentar un poco el ritmo.

Este aumento solo me trajo par de calambres en ambos gemelos a los cuáles tuve que hacer caso omiso...

Ya resignado sin fuelle y fuertemente adolorido llego al kilómetro final. Al lado ya se comparte la ruta con el Maratón y veo el cartel que anuncia KM 41!!!!! Que bárbaro. Otro nivel definitivamente.

500 metros finales y ya se puede ver el reloj. Este marca las 1:59:00. Tomando en cuenta que crucé la partida un minuto después del pistoletazo (Un cañonazo en realidad) debo apurarme para al menos hacer un sub 2:00:00 y terminar mas decorosamente.

Así, con más corazón que piernas aceleré y paré mi crono en 1:59:26. Mi esposa ya a estas alturas ubicada en la grada de la llegada se siente orgullosa al ver como pasé con los brazos en alto raudo y veloz.

Amor, viste los mejores 30 segundos de toda la competencia.

No es lo mismo hacer 2:00:00 que 1:59:59 así que ese remate valió la pena.

En definitiva muchas cosas que destacar y otras tantas por mejorar. Ahora a recuperarse bien y empezar a entrenar para cazar nuevos retos y bajar las marcas.

Buenos Aires: Te veo lejos y tan cerca.....

1 comentario:

  1. ayyy esposo yo te amoooooo! y estoy muy orgullosa de ti por tu esfuerzo tu constancia, y tu fuerza de voluntad, creo que eres lo maximo!

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