Para, respira y continúa

Vaya que he pasado unos días complicados.

Después de haber alcanzado un punto donde jamás pensé que iba a estar me propuse retos aún mayores, pensando que estaba en franca progresión. Por el contrario, me encontraba con un máximo en mi rendimiento y el consecuente bajón.

En realidad no es nada grave, un fuerte resfriado, tirones musculares, además de contracturas cervicales y lumbares. Todo por separado pero en estricta sucesión. Digo que no es grave al comparar con fracturas, cirugías o enfermedades graves.
Depresión, Frustración y el subsecuente mal humor deben ser muy similares entre todos los que vemos detenido nuestro entrenamiento sin importar la relevancia de nuestras dolencias.

Es inevitable, hacer ejercicio es una droga de la cual nos hacemos adictos sin que nadie nos critique o nos haga recapacitar al respecto de su consumo. Muchos no entienden cómo es posible que sea adictivo el dolor, el cansancio, la fatiga y el agotamiento que forman parte del agradable sufrimiento que se vive kilómetro tras kilómetro.

¿Agradable sufrimiento?, jeje, agradable ya que te lleva a una sensación de bienestar y satisfacción luego de haber terminado y cumplido lo fijado en el plan individual de cada uno.

Hasta aquí todo bien…

Estando a solo 9 semanas de llegar a la frontera que marca el fin de este ciclo que he iniciado, mi cuerpo, al igual que el de los adictos, ha empezado a reclamarme y hacerme notar que no soy un superhombre como me puedo sentir al finalizar cada sesión, sino simplemente un humano mas que tiene límites que no se pueden cruzar sin sufrir las consecuencias.

Quizá esto último suene un tanto fatalista, pero no es más que una medida auto conservativa que hace que uno ponga los pies en la tierra.

Está bien fijarse metas ambiciosas que lucen inalcanzables pero estás deben ser realistas también. Es mejor plantear una sucesiva seria de metas cortas y al alcance de la mano que una grandiosa a la cual no se le pueda ver el queso a la tostada.

Igualmente, las formas y métodos para alcanzarlas deben ser cónsonos a las capacidades reales e ir aumentando lentamente. Esto ya lo sabía de antemano. El no reconocerlo y tenerlo presente hace que siga siendo un corredor novato.

Como siempre hay que estar en el cuadrante de la gente que le sobra y ver el vaso medio lleno, asumir la postura de que esto no es más que una oportunidad de mejora de cara al futuro.

Escribir estas líneas me ha hecho reflexionar mejor sobre mi condición y darme cuenta que lo que he logrado es muy poco comparado con lo que está por venir.
Los retos ya asumidos, los cumpliré con responsabilidad y valentía, culminándolos cada uno como corresponde.

Voy a hacer lo necesario para mejorar paulatinamente e ir pacientemente recuperando el territorio ganado para detener el bajón y que poco a poco aquel máximo al que hacía referencia al principio, al avanzar en la línea del tiempo, se vea en el pasado como un pequeño máximo local frente al gran conjunto de cúspides que pienso seguir conquistando.



Punto y aparte...

Nueva foto, un mes despues..............